En el año 2009 iniciamos un trabajo
misionero en una comunidad cercana a Babiney. Allí conocimos un matrimonio
joven (Isaura y Michel) ambos portadores del VIH/Sida, en el caso del joven hace
alrededor de 10 años y la joven
alrededor de 3 años. Comenzamos a relacionarnos con ellos
y a presentarle el evangelio, hasta que en el año 2010 luego de haber
iniciado un MP con el Centro Cristiano de Servicio y Capacitación Lavastida
recibimos un taller de sensibilización en VIH/ Sida lo que nos motivó a hacer un trabajo más efectivo con ellos.
En ese tiempo la familia y vecinos los rechazaban y le negaban cualquier tipo de ayuda, a tal
punto que fueron expulsados de la casa
donde vivían con la familia de la joven viviendo por espacio de tres días
prácticamente al aire libre. El joven
afectado no se relacionaba con otras personas y fue cerrando toda forma de relación y esto fue motivo suficiente para hacer un trabajo más
responsable con esta familia. Primeramente nos dimos a la tarea de darle a
conocer a ellos y a la familia todo lo referido a la característica de la enfermedad, tratamiento y
vías de transmisión pues existían criterios equivocados en cuanto a esto. Trabajamos también con los vecinos, esto hizo
posible que existiera mayor
aceptación y socialización por parte de este joven.
Se coordinó con el
Delegado de comunidad para ayudarle a construir su vivienda, el MP aportó económicamente para la compra de
materiales de construcción y en esta
labor se involucraron vecinos y amigos, se ubicó
laboralmente a la muchacha y la
familia los aceptó nuevamente.
En estos momentos se
encuentran integrados a la comunidad, participan en actividades sociales, incorporándose a las reuniones del CDR, trabajos
voluntarios, actividades festivas del CDR y la FMC, aunque
fue la comunidad eclesial la primera en acercarse a ellos.
El joven es albañil pero por su
padecimiento no tiene ubicación laboral,
al menos para trabajar en lo que él clasifica y a raíz de esto, mi esposo, que
es promotor agroecológico, lo motivó
a realizar labores
agroecológicas como barreras, intercalamiento
de cultivos en su terreno, por cierto
, bien deteriorado. A partir de ahí
comenzó a sembrar plátano, plátano burro, yuca, maíz, frijol,
calabaza y frutas como la almendra, ciruela y el mango, así como caña para los
animales, obteniendo de su propio patio alimentos básicos para su alimentación,
o se a se le ha brindado un espacio de participación. Esto ha repercutido
favorablemente en esta familia pues actualmente la joven se quedó sin trabajo y
económicamente se sustentan solo de una pequeña chequera que reciben.
Esta pareja tiene un niño
de 2 año ½ el cual está bajo peso y su desarrollo
psicomotor es lento y no acorde al tiempo, habla muy poco y aún está bajo
investigación. Esta familia se encuentra dentro de los beneficiarios
potenciales de nuestro proyecto, se le apoya con carne, hortalizas, viandas,
frijoles y frutas, aseo personal y apoyo moral y espiritual.
Consideramos que el trabajo es aún insuficiente, pero
mantenemos la disposición de continuar. / Mayelin Aguilar Almaguer. Presidenta del CGL
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