Desde las provincias de Tunas, Granma,
Santiago y Guantánamo llegaron a la Ciudad Primada un grupo de 40 promotoras y
promotores de nutrición y conservación de alimentos para el Intercambio
Regional de Conservación de Alimentos. En esta ocasión estuvimos disfrutando la
hospitalidad baracoense desde el 17 al 20 de septiembre, en especial de las
hermanas y hermanos de la 1ra. Iglesia Bautista “Puerta del Cielo”.
El inicio fue distintivo de este evento,
una “Mesa Baracoense”. Con el objetivo de rescatar tradiciones y recetas
autóctonas de la región, degustar de ellas y promover su difusión, disfrutamos
de 18 platos elaborados por los participantes. Es importante destacar algunas
de las recetas que fueron de gran repercusión en las degustaciones como el
batido de guapén, la tulanga, el vacán, el guanimo, el atol de chocolate, el
tetí, sin olvidar el interesante frangollo que tuvo gran popularidad y
aceptación.
El segundo día del intercambio hubo tiempo
para compartir las experiencias de implementar conocimientos y promover una nutrición
saludable en la mañana, después de una ponencia sobre Suelos a propósito de ser
este el Año Internacional del Cuidado de los Suelos. La conferencia fue
impartida por la facilitadora Nilda Iglesias Domecq. En la tarde tuvimos un
acercamiento a la conservación de las proteínas con orientaciones precisas de
la facilitadora y luego disfrutamos de una mesa demostrativa con muestras de
alimentos en conservación con los distintos métodos que promovemos, de las
experiencias de las promotoras y promotores, y de forma fraternal se
intercambiaron algunas de las muestras entre todos los participantes. Es de
señalar la ponencia de Roberto Prior, quien desde su experiencia con las pizzas
con vegetales y de vegetales, llegó hasta un homenaje a Baracoa con una pizza
con chocolate; las frituras de calabaza elaboradas por Loricenia Pérez y Yanet Silva, promotoras de
Jobabo. También Noelia, quien vino desde Bahía de Mata con una rica experiencia
en la elaboración de frangollo, tuvo seguidores y copiadores de la receta
durante todo el evento.
Un refrescante día en el río Duaba fue el
cierre en esta oportunidad y bajo una sombra acogedora se compartieron las
proyecciones futuras, se evaluó el evento y hasta una despedida entre los
participantes pues el regreso ocurrió en distintos momentos. Terminamos con una
comida típica de nuestra cubanía donde no faltó el cerdo asado.
Para algunos participantes esta fue su
primera vez en Baracoa, para otros la segunda pues el intercambio anterior
celebrado en el 2013 fue también allí; de todas formas todo lo vivido y
compartido, la hospitalidad de los baracoenses y disfrutar de la cuidad
pintoresca, valió la travesía tortuosa que tuvo la mayoría de las personas para
llegar. Ya las expectativas están circulando
mirando al intercambio del 2016. Dónde será? Todavía no sabemos pero cualquier
donde se reúnan estos promotores, será un oasis para seguir apostando por la vida.
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